El Inicio.

Buscaba un personaje femenino peruano con el que me pudiera identificar y plantear un discurso personal a través de él. Pero tengo un tipo físico poco común en mi país y no encontré más que dos íconos contemporáneos en los que yo tal vez podría calzar: Chabuca Granda y Sara Hellen. Para los que son peruanos es claro, pero los que no lo son deben saber que existen sin embargo grandes diferencias entre ambas mujeres. Chabuca es una dama. Una persona que el Perú venera. Una compositora sin tacha. Una limeña perfecta. Sara ni siquiera es peruana. Es conocida por ser una vampira, una bruja, una apátrida sin derecho a ser sepultada en tierra santa. Por haber hecho noticia en el tiempo de un gobierno corrupto. Sara es una marginal, una mujer satanizada, una mujer difamada, utilizada.
Siempre he creído que deben haber quemado a muchos actores en la época de las hogueras. A mí de hecho me hubieran quemado. Por andar escuchando pájaros. Por andar haciendo voces y poseyendo espíritus de personas ajenas. Por insistir en que el viento me haga caso. Por buscar. Por no conformarme. Por la adoración, respeto y admiración que siento por la naturaleza. Por creer que Dios está allí, y no en los templos de cemento. Por creer que la libertad, la tolerancia y el respeto deben regir nuestras decisiones y no señores con faldas - o corbatas- evidentemente corruptos por el poder. Porque no creo en las jerarquías. Porque no creo en la violencia ni en ninguna guerra- "buena o mala"-. Porque creo en El Amor por sobre todas las cosas. Por que intento aplicarlo.

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Nos hubieran frito.

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Esta es una búsqueda.
La búsqueda de una ruta de retorno antes de caernos en los abismos del comfort y la ceguera.
Es un Encuentro personal.
Y también un agradecimiento.
A todos los brujos que hicieron el camino antes.
A todos los brujos que buscan la ruta hoy.
A todos los brujos.
Incluída yo.
Incluído tú.
Incluído Dios.
Incluída la amada, temida y olvidada Diosa.